¿Dónde está nuestro Plan de Desarrollo Comunal?

COLUMNA DE OPINIÓN

¿Lo buscamos en  acciones y obras o guardado en algún cajón municipal?

Escribe, Francisco Reyes Castro, periodista, precandidato a concejal Partido Socialista.

No, no se trata de molestar al alcalde o a los concejales en ejercicio; menos cuestionar el trabajo que significó desarrollar el Plan de Desarrollo Comunal, Pladeco, de Osorno, cuya vigencia termina este año.

Más bien se trata de poner en valor un trabajo participativo, con la ciudadanía, de un alto perfil técnico, del cual poco o nada se habla; no se visualiza en las mesas de trabajo coordinado; menos,  en el discurso o la acción de los ediles mandatados por ley para fiscalizar su ejecución o seguimiento.

El Plan de Desarrollo Comunal, Pladeco, es el principal instrumento de planificación y gestión de la organización municipal. Normado conforme lo establece la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades 18.695, su propósito es contribuir a una administración eficiente de la comuna y promover iniciativas de desarrollo plasmadas en programas y/o proyectos destinados a impulsar el progreso territorial, económico, social y cultural de sus habitantes.

La pregunta es ¿Cuántos vecinos de Osorno, parte y protagonistas de la gestión municipal conocen el Pladeco?; ¿cuánto se planifica según sus orientaciones y áreas de desarrollo? Cuántas obras o diseños de proyectos tienen el sello de nuestro Pladeco y el proceso participativo que involucró, más allá de la gestión de una o más autoridad?

Esta semana, en mi calidad de ciudadano osornino y haciendo uso de la Ley número 20.285 sobre Acceso a la Información Pública, solicité antecedentes sobre ejecución y promoción del actual Pladeco, herramientas de seguimiento y medios de verificación de las mismas, informes o solicitud de informes de los concejales.

Tengo la impresión –y puedo equivocarme- que el actual Concejo poco o nada promovió el instrumento y menos lo incluyó en su agenda de trabajo público en los últimos 3 años. Salvo en la partida y su lanzamiento, el resto pareciera ser trámite y registro para el archivo.

No queremos pensar que hoy está guardado en algún cajón municipal a pocos meses de que su vigencia expire; menos aún, cuando pareciera que la discusión pública tiende a orientarse hacia los nombres de los candidatos para las futuras Municipales por sobre las propuestas reales y concretas o evaluación del trabajo ya realizado.

LEY

La ley orgánica señala que “en la elaboración y ejecución del plan de desarrollo comunal, tanto el alcalde como el Concejo deberán tener  en cuenta la participación ciudadana y la necesaria coordinación con los demás servicios públicos que operen en el ámbito comunal o ejerzan competencias en dicho ámbito”.  Y en su Artículo 67º, define como obligación del jefe comunal “dar cuenta pública al Concejo, a más tardar el mes de abril de cada año”, entre otras materias, de “las acciones realizadas para el cumplimiento del Pladeco, así como los estados de avance de los programas de mediano y largo plazo, las metas cumplidas y los objetivos alcanzados”.

¿Hay metas cumplidas?, ¿cuáles?; ¿qué objetivos fueron alcanzados? ¿Se dio cuenta o no se oye padre?

En el Pladeco que orientó la gestión municipal se trabajó en 6 áreas temáticas: medio ambiente y biodiversidad; cultura e identidad; desarrollo económico local; desarrollo social y humano; desarrollo urbano y políticas de participación ciudadana.

¿Qué proyecto específico desarrollado en cada una de estas áreas recuerda usted como emblemático de este Pladeco? ¿Pocos?, ¿muchos?, ¿ninguno?

Y es por ello que surge la necesidad de revisar qué ocurrió con el actual para evitar que con el futuro se caiga en el mismo cumpli-miento. (Cumplo con lo que se pide, pero miento en que realmente fui efectivo).

Es tarea ciudadana, deber y derecho a la vez solicitar los antecedentes, de la institucionalidad proporcionarlos, y de quienes hoy son parte del cuerpo de ediles o de quienes pretenden serlo, cumplir el mandato: hacer el trabajo para el cual fueron elegidos y que no es menos importante si lo que se persigue es “aterrizar” el cargo de autoridad y hacerlo más cercano, más efectivo, más participativo, sin maquillajes ni efectismos.