miércoles, 12 de marzo de 2014

El Chile de Todos


Por Francisco Reyes Castro, Presidente Provincial Osorno del Partido Socialista de Chile.

Quizás fuiste uno de los millones que el domingo 15 de diciembre levantó una bandera al terminar la tarde, tocaste uno o varios bocinazos, marchaste, abrazaste a compañeros, gritaste, ganaste…o quizás no…

Tal vez eres parte del alto porcentaje de chilenos que en vez de levantar los brazos en señal de triunfo, ni siquiera se levantó a votar, porque no te interesó, no te sentiste convocado o convocada, convencido, motivado por esta histórica Elección Presidencial. O quizás, seas tú parte de ese 37 por ciento que tuvo una opción distinta al de la gran mayoría.Puede ser…

Lo cierto es que tú, irrenunciablemente, eres parte del Chile de Todos, del Chile que gobernará Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría a contar de marzo; del Chile que se moviliza, demanda y aguarda por cambios profundos para el bien colectivo. Porque en cualquiera de las situaciones, tú eres de los que esperan mejorías en la educación, en el trabajo, en la salud, la vivienda, la convivencia social…Porque no hay chilenos que no quieran Chile,como no hay ciudadanos que no les interese el bienestar de su entorno y territorio.

Por eso, el Chile de Todos es también de quien hoy no celebra o no celebra nunca; de quien hoy le da lo mismo, o definitivamente, de quien no cree en un mejor Chile. Porque a esa incredulidad hay que darle validez, escucharla, interpretarla, tomarla en cuenta, trabajar y trabajar más fuerte para revertirla. De eso se trata la “buena política” a la que nos convoca la Presidenta.

Porque el Chile de Todos es también de quien hoy se siente frustrado porque su sueldo no le alcanza, vive mal y endeudado, sufre pobreza, falta de oportunidades, temor. Es de quien no pudo seguir estudiando o su familia recibe mala educación, de quien hace colas eternas en un sistema de salud no saludable, de quien vive aislado hasta para votar, de quien percibe una mala pensión o no quiere llegar a viejo porque allí el futuro se torna doblemente incierto.
El Chile de Todos es de quienes padeciendo segregación, discriminación, o malas condiciones de vida ríen, lloran, creen y sueñan con un mejor Chile, pero también de quienes ya no sueñan o nunca soñaron, simplemente porque habitan en un país y una ciudad desigual y esa desigualdad se hace latente en lo que hacen a diario.

El Chile de Todos es de quienes aspiran a una descentralización y desconcentración en la toma de decisiones, de quienes gritan por una mayor participación vecinal y territorial, por un medioambiente sustentable y por el desarrollo armónico de un país que no es sólo cifras sino alma.

Y es, por supuesto, de nuestros niños y niñas, de nuestros adultos mayores, de las mujeres y las luchas que debemos seguir dando por la paridad; es de nuestros pueblos originarios y su camino al reconocimiento bajo la lógica de un nuevo trato; de nuestros cultores y su necesidad de espacios, de nuestra cultura y su urgencia de respeto, rescate y puesta en valor.

Y es de los estudiantes, de los trabajadores y trabajadoras, muchas veces demandantes de justicia social, de cambios urgentes, de reformasa sistemas abusivos, violentos, inhumanos. El Chile de Todos es de quienes en esta Elección Presidencial agitamos banderas por una nueva Constitución y hoy sentimos la marraqueta más crujiente;pero también es de quienes no son parte del 62 por ciento que votó por nuestra nueva Presidenta, o que siendo parte, también son críticos de la política o el accionar político de “todos”.

Porque está claro: nuestro 66 por ciento en Osornoen favor de Bachelet y el más del 70 por ciento que se alcanzó en comunas como San Juan de La Costa, Purranque y Puerto Octay no es de ciudadanos y ciudadanas que votaron por un partido en particular, una coalición de partidos en general, o porque un militante amigo lo invitó a votar.

Esa adhesión responde a la esperanza colectiva del verdadero cambio, del urgente cambio en favor de quienes hoyno se sienten incluidos ni parte del bienestar o la protección social. En ese universo electoral hay campesinos, hermanos mapuche-huilliche, pescadores artesanales, dueñas de casa, obreros,pobladores y pobladoras que celebran en silencio porque aún existen razones para seguir creyendo.

Y por eso, la tarea de convocar para creer, crear y crecer juntos en este Chile de Todos es doblemente más compleja que motivar a concurrir a las urnas. Claro que no estamos solos en esta tarea…, alcanzamos una gran mayoría y esa expresión ciudadana también hay que volcarla hacia quienes hoy o no esperan mucho o simplemente esperan nada.

Porque el trabajo no le compete sólo a la Presidenta, a su equipo, a la Nueva Mayoría que debe liderar un proceso basado en la estricta responsabilidad. El trabajo por Chile también te compete a ti y a todo quien aspira a un nuevo ciclo con cambios reales y palpables.

Se basa en la “buena política”, en un diálogo amplio, en capacidades, transparencia, ética y valores que Chile no ha perdido y que es momento de poner sobre la mesa, sobre todas las mesas.

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