Hace 4 meses escribí esta columna preguntándome por el presente y futuro de conceptos marketeros de la ciudad que hoy se mantienen en entredicho por las acciones y los anuncios de autoridades municipales y de Gobierno. Hoy, el tema cobra nueva vigencia con la polémica que mantiene el Municipio con el Gobierno por el nulo avance del Parque Hott cuyos trabajos se proyectaron con pirotecnia y en medio de críticas. ¿Qué pasará con los parques de Osorno? ¿Saben las autoridades regionales y locales que estos espacios son de Osorno y no del capital político que pretenden construir con fondos públicos? Les dejo mi columna, con preguntas aún sin respuestas.
Política de los “desacuerdos”: el caso del Parque Arnoldo Keim
Si desde el Consistorial
plantean que el Arnoldo Keim puede ser utilizado como paño para construir
viviendas sociales, ¿es porque no hay otro lugar para construir?
El marketing municipal genera efectos, positivos o
negativos, en torno a los proyectos de ciudad que se buscan instalar. Y son
positivos o negativos, dependiendo del cumplimiento de lo que se promete, de
los avances experimentados, del paso lento, rápido, nulo o efectivo del
discurso a la acción. Y si el concepto que se quiere “vender” cambia, peor aún.
Por casi dos décadas estuvo en la agenda pública local el concepto de “Ciudad Parque”. Fue el título de una revista municipal, de muchas gigantografías, de la verbalización política de un ex alcalde, del otrora Concejo Municipal; incluso eslogan de campaña de varios candidatos a ediles de distintos colores y formatos. Eso de que esta ciudad le daba la espalda al Rahue y al Damas, y no miraba de frente y aprovechaba las ventajas de sus ríos fue parte de la discusión, estuvo en la planificación y hoy, en el desarrollo de Osorno, experimenta avances que de pronto -pareciera que- quisieran detenerse.
Claro, la politización de un proyecto de ciudad puede llevar a confusiones… Porque mientras un intendente regional foráneo como Juan Sebastián Montes manifiesta que quiere invertir en un parque olvidado y sin socializar “sus buenos deseos” le asigna recursos regionales para 2012, desde el Municipio de Osorno, el alcalde Jaime Bertín plantea que las prioridades son otras, que dicho proyecto no está en la primera línea y desde el Concejo dan cuenta de la eventual construcción en dicho espacio de un proyecto de viviendas sociales.
Y desde allí surgen mis inquietudes, mi protesta. Si desde el Consistorial plantean que el Arnoldo Keim puede ser utilizado como paño para construir viviendas sociales, ¿es porque no hay otro lugar para construir? Porque en esta lógica, y por la urgencia que constituyen los 8 campamentos existentes en Rahue Alto, entonces, ¿por qué no levantar casas en otras áreas verdes o en la plaza?
Porque si se trata de continuar con la segregación por personas tipo C o D, en 2015 las poblaciones para nuestra gente terminarán haciéndose cerca de Puaucho. Ello, mientras el Gobierno entrega e ilusiona con nuevos subsidios, muy lejos de lo generado en el Gobierno anterior con 4 mil nuevas viviendas.
Si no hay paños de terreno para construir viviendas sociales y los pobladores de pisos de tierra y agua en baldes crecen junto a sus familias en las laderas del río, ¿es posible hablar de una efectiva política de vivienda para los más humildes?
En mi opinión no, porque la comunicación es nula o escasa.
Y claro, las “buenas” intenciones del jefe del Gobierno Regional tampoco son tan buenas. Porque si la idea es favorecer la inversión en Osorno, entonces hagámoslo de manera sostenida y no antojadiza. ¿O es que las autoridades locales no saben priorizar sus proyectos o su proyecto de ciudad, que tienen que venir de fuera a ponerle plata a iniciativas que hasta ahora no están en carpeta?
Y con toda esta situación, ¿se da por muerto o por vivo el concepto “Ciudad Parque”?
Por Ley de Transparencia, el Centro para el Progreso de Osorno solicitó al Municipio los antecedentes que sustentan la idea de levantar viviendas sociales en el Parque Arnoldo Keim de Rahue Alto. Expresan su rechazo y solicitan antecedentes.
Su protesta se basa en lo que ya sucedió con el proyecto Parque de Los Ríos y específicamente con el Parque Alberto Hott, donde Osorno traicionó la voluntad del donante y lo usó como vertedero abierto de basuras en Ovejería.
Y en torno al Parque Arnoldo Keim, se plantea que está desvirtuándose su uso. De hecho, el Centro para el Progreso pide copia de la resolución administrativa que contenga el proyecto “para armar viviendas sociales”, tal como lo ha señalado el alcalde Bertín a través de la prensa.
Y aquí, otra vez los más humildes siendo parte de una discusión que no les beneficia; que enfrenta discursos políticos poco claros; que evidencia falta de comunicación y coordinación en la “pega social” que les compete; que confunde a una ciudadanía aburrida del marketing de contradicciones y la política de los “desacuerdos”.
Por casi dos décadas estuvo en la agenda pública local el concepto de “Ciudad Parque”. Fue el título de una revista municipal, de muchas gigantografías, de la verbalización política de un ex alcalde, del otrora Concejo Municipal; incluso eslogan de campaña de varios candidatos a ediles de distintos colores y formatos. Eso de que esta ciudad le daba la espalda al Rahue y al Damas, y no miraba de frente y aprovechaba las ventajas de sus ríos fue parte de la discusión, estuvo en la planificación y hoy, en el desarrollo de Osorno, experimenta avances que de pronto -pareciera que- quisieran detenerse.
Claro, la politización de un proyecto de ciudad puede llevar a confusiones… Porque mientras un intendente regional foráneo como Juan Sebastián Montes manifiesta que quiere invertir en un parque olvidado y sin socializar “sus buenos deseos” le asigna recursos regionales para 2012, desde el Municipio de Osorno, el alcalde Jaime Bertín plantea que las prioridades son otras, que dicho proyecto no está en la primera línea y desde el Concejo dan cuenta de la eventual construcción en dicho espacio de un proyecto de viviendas sociales.
Y desde allí surgen mis inquietudes, mi protesta. Si desde el Consistorial plantean que el Arnoldo Keim puede ser utilizado como paño para construir viviendas sociales, ¿es porque no hay otro lugar para construir? Porque en esta lógica, y por la urgencia que constituyen los 8 campamentos existentes en Rahue Alto, entonces, ¿por qué no levantar casas en otras áreas verdes o en la plaza?
Porque si se trata de continuar con la segregación por personas tipo C o D, en 2015 las poblaciones para nuestra gente terminarán haciéndose cerca de Puaucho. Ello, mientras el Gobierno entrega e ilusiona con nuevos subsidios, muy lejos de lo generado en el Gobierno anterior con 4 mil nuevas viviendas.
Si no hay paños de terreno para construir viviendas sociales y los pobladores de pisos de tierra y agua en baldes crecen junto a sus familias en las laderas del río, ¿es posible hablar de una efectiva política de vivienda para los más humildes?
En mi opinión no, porque la comunicación es nula o escasa.
Y claro, las “buenas” intenciones del jefe del Gobierno Regional tampoco son tan buenas. Porque si la idea es favorecer la inversión en Osorno, entonces hagámoslo de manera sostenida y no antojadiza. ¿O es que las autoridades locales no saben priorizar sus proyectos o su proyecto de ciudad, que tienen que venir de fuera a ponerle plata a iniciativas que hasta ahora no están en carpeta?
Y con toda esta situación, ¿se da por muerto o por vivo el concepto “Ciudad Parque”?
Por Ley de Transparencia, el Centro para el Progreso de Osorno solicitó al Municipio los antecedentes que sustentan la idea de levantar viviendas sociales en el Parque Arnoldo Keim de Rahue Alto. Expresan su rechazo y solicitan antecedentes.
Su protesta se basa en lo que ya sucedió con el proyecto Parque de Los Ríos y específicamente con el Parque Alberto Hott, donde Osorno traicionó la voluntad del donante y lo usó como vertedero abierto de basuras en Ovejería.
Y en torno al Parque Arnoldo Keim, se plantea que está desvirtuándose su uso. De hecho, el Centro para el Progreso pide copia de la resolución administrativa que contenga el proyecto “para armar viviendas sociales”, tal como lo ha señalado el alcalde Bertín a través de la prensa.
Y aquí, otra vez los más humildes siendo parte de una discusión que no les beneficia; que enfrenta discursos políticos poco claros; que evidencia falta de comunicación y coordinación en la “pega social” que les compete; que confunde a una ciudadanía aburrida del marketing de contradicciones y la política de los “desacuerdos”.
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